Es resistente al rayado debido al uso de los utensilios habituales de cocina, incluso cuchillos afilados, aunque es recomendable utilizar tablas de corte para evitar dañar el pulido de las superficies.
Para mantener el brillo como el primer día, se pueden limpiar las superficies de Igneastone con detergentes o desengrasantes habituales, de pH entre 5 y 8, enjuagando bien y secando con paño seco.
Debido a la naturaleza no porosa del material, no se absorben líquidos ni se contamina con microorganismos.
Gracias a su alto valor de dureza, entre 7 y 8 en la escala de Mohs, los utensilios habituales de cocina o cuchillos afilados, no dañan su superficie.
Es resistente a los golpes, al calor y a las sustancias corrosivas, como ácidos, lejías y solventes habituales de limpieza.
Posee certificaciones internacionales de Seguridad como para ser utilizado en revestimientos y mesadas de cocinas y baños.
A todas las características técnicas se les suma una amplia gama de colores de moda.
Todo el proceso productivo de IGNEASTONE, es estéril y no tóxico, basado en las 3R: Reducir, Reusar y Reciclar en cada etapa.
Las superficies de IGNEASTONE no representan peligro para la salud y no son inflamables.
Las superficies de IGNEASTONE pueden estar en contacto directo con los alimentos, cuentan con certificación NSF, certificado de seguridad alimentaria.